Dios pone pruebas en mi camino a cada momento. El tiene un propósito al hacerlo.
Y a veces quisiera decirle que no puedo mas, que me rindo por completo, pero El, siempre me da las fuerzas para continuar a pesar de las tormentas.
Hay noches que no duermo y corren rios por mis mejillas, por que esta sensacion de que algo oprime mi pecho no se aparta, pero Dios esta a mi lado y cuando menos lo espero un rayo de sol entibia mi alma.
Y vivo, como viven los abetos a pesar del invierno.